sábado, 10 de marzo de 2012

¡A iniciar la revolución del aprendizaje!

Hace unos días en clase vimos un vídeo de Ken Robinson. Ya lo conocimos el año pasado con su charla sobre la creatividad en la escuela. Ahora, el vídeo del que voy a hablar es el siguiente, por si queréis verlo por primera vez o recordarlo. ¡Vale la pena!:




Robinson nos plantea que hay una crisis de recursos humanos. Esta crisis se debe a que hacemos un uso muy pobre de nuestros talentos, que vivimos desde que somos pequeños sin saber en qué somos buenos, sin saber cuál es nuestro talento. Incluso hay gente que no sabe si tiene alguno.
Sin embargo, hay personas que tienen muy claro lo que quieren, a lo que se quieren dedicar. Y no se imaginan haciendo otra cosa porque dejarían de ser ellos. En esta parte del vídeo comenta que hay quienes pasan la semana deseando que llegue a su fin para pasar el sábado y el domingo y prepararse para la siguiente semana, siendo su trabajo una especie de castigo, sin disfrutar de lo que hacen, sin tener ilusión ni ganas de hacer cosas nuevas. Pienso que en especial esto es muy importante tenerlo en cuenta en un futuro cuando trabajemos, tenemos que ser conscientes de que nos tiene que gustar lo que hacemos porque si no, lo estaremos haciendo mal.
Ken Robinson dice que una de las bases de este problema es la educación. Que las escuelas alejan o no potencian estos talentos que todos tenemos. Todo esto hay que cambiarlo. Él plantea no una evolución de la educación si no una revolución de la educación. No hay que modificar las cosas que están mal sino transformarlas y aplicarlas de forma correcta.
Todo esto, todas estas mejoras y esta forma de cambiar las cosas se hace con pasión. Pasión por lo que cada uno hace. No podemos cambiar las cosas ni ser buenos en lo que hacemos si no le ponemos ganas, entusiasmo. Si hacemos algo que realmente nos gusta y nos llena y con lo que somos felices, lo haremos mejor. Ken nos cuenta que es eso lo que está pasando con la escuela. Muchos jóvenes están abandonando los estudios muy pronto porque no alimenta su espíritu, sus ganas. No les ofrecen lo que ellos esperan o no se les responde adecuadamente.
Me gustó mucho el poema de W. B. Yeats con el que finaliza la charla, con el que quiere llegar a explicar que los niños, a diario, nos presentan sus sueños, nos exponen lo que quieren y confían en nosotros para que les ayudemos a hacerlos realidad y tenemos que tener en cuenta que es de sus sueños de los que estamos hablando, y debemos tener cuidado.

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